El trabajo o a quién le pertenece el mundo
Los niños en la escuela son testigos del conflicto entre la policía y los huelguistas. La barriada de un pueblo minero se convierte en un campo de batalla una vez más. Después del fracaso de la última huelga, los trabajadores se debaten entre entrar en acción o rendirse a la apatía, sabiendo que pueden hacer poco ya para detener el cierre de los últimos pozos. El trabajo o a quién pertenece el mundo retrata una comunidad minera a través del prisma de la etno-ficción, mientras negocia el declive de la misma industria que permitió su emergencia. Después de un largo período de desindustrialización que afecta a toda la región, todo lo que queda es un paisaje en descomposición de castilletes y escombreras.